El pasado fin de semana mi socio y amigo Fersan y yo decidimos desplazarnos hasta León para jugar un torneo especial Verano en el Casino Conde Luna. En principio tenía de especial que era el torneo que sustituía a la malograda Supercopa de poker, que finalmente no logró llegar a buen puerto. Así las cosas en el Conde Luna habían decidido montar un freezeout de 100 +10, con 6000 puntos y ocho niveles de 30 minutos, el resto de 20.
La verdad es que fue todo un acierto ir hasta León. Estupenda carretera desde Burgos y menos de 200 km de distancia, aparcamiento gratis para los clientes del casino, un casino pequeñito pero coqueto y un encargado del torneo, Luis Arévalo, que puso todo su empeño para que los jugadores, que dado las fechas solo nos juntamos 37, disfrutásemos al máximo de una velada de poker. ¿Y qué es lo primero para que un jugador de poker disfrute de un torneo? ¡¡Pues doblar el stack inicial!! Tal y como suena. Dado que están acostumbrados a reunir a 80 jugadores en todos los torneos, y en este, debido las fechas veraniegas en las que nos encontramos (y a las fiestas en Asturias) no llegábamos a 40, el Sr. Arévalo decidió dar 12.000 puntos a cada jugador. De verdad que me pareció un detallazo que deja bien a las claras lo que el Casino de León piensa acerca del poker y todo lo que le rodea. Pero no solo es eso, sino que durante dos ocasiones mientras se celebraba el torneo, varios camareros pasaron con bandejas de comida y bebida que ofrecían gratuitamente a los jugadores. ¿Alguien da más? Sinceramente, yo creo que no...
Ya sobre el torneo destacar que durante todo momento existió un ambiente muy agradable (todos los jugadores locales se conocían entre si) y distendido. Para mi quizás el jugador más conocido del circuito nacional era el joven jugador de Liipoker "Pizu", que andaba pasando el fin de semana en su pueblo zamorano y decidió acercarse a jugar el torneo. Que duda cabe que muchos jugadores eran locales y se conocían entre si, pero yo solo conocía al mencionado Pizu, a un par de asturianos y a algunos leoneses que jugador el pasado CEP de Valladolid.
El nivel de juego me pareció acorde al buy in del torneo, lo que quiere decir que no era muy alto. A esto colaboramos entre todos, ya que yo mismo me marqué alguna cagadita como querer raisear y tirar la ficha sin decir nada; call. Ya me vale. ¡¡Teoría mucha pero práctica en vivo la justa!!
A pesar de no pillar muchas cartas durante las más de seis horas que aguanté en el torneo, las comunitarias si que acompañaban cuando decidía entrar y un par de dobles parejas, unido a un color flopeado y un par de robos y faroles me sirvieron para llegar a la mesa final, aunque algo corto de fichas. Mesa final esta que no era para tanto, ya que solo cobraban 5, por lo que quedaba algo desvirtuada en cuando a importancia se refiere.
Una vez en ella logro doblarme a costa de quien, manos después, se convertiría en mi verdugo; un jugador local (¡no recuerdo tu nombre Master!) con un estilo loose agresivo que me pareció de los más destacados del torneo. Las ciegas eran tan altas y los niveles tan cortos que el doblarse no significaba gran cosa, y un par de vueltas después dicho jugador limpia en UTG, y yo tengo AK en MP. Obviamente voy all in por aproximadamente 1/3 de su stack y decide hacerme call diciendo "juguemos un flip" y levanta 44. Creo que el call no es correcto, pero el caso es que salieron todas cartas bajas y a la calle en séptima posición...
En resumen, un lujo de torneo por poquito dinero que esperemos ¡se pueda volver a repetir!
La verdad es que fue todo un acierto ir hasta León. Estupenda carretera desde Burgos y menos de 200 km de distancia, aparcamiento gratis para los clientes del casino, un casino pequeñito pero coqueto y un encargado del torneo, Luis Arévalo, que puso todo su empeño para que los jugadores, que dado las fechas solo nos juntamos 37, disfrutásemos al máximo de una velada de poker. ¿Y qué es lo primero para que un jugador de poker disfrute de un torneo? ¡¡Pues doblar el stack inicial!! Tal y como suena. Dado que están acostumbrados a reunir a 80 jugadores en todos los torneos, y en este, debido las fechas veraniegas en las que nos encontramos (y a las fiestas en Asturias) no llegábamos a 40, el Sr. Arévalo decidió dar 12.000 puntos a cada jugador. De verdad que me pareció un detallazo que deja bien a las claras lo que el Casino de León piensa acerca del poker y todo lo que le rodea. Pero no solo es eso, sino que durante dos ocasiones mientras se celebraba el torneo, varios camareros pasaron con bandejas de comida y bebida que ofrecían gratuitamente a los jugadores. ¿Alguien da más? Sinceramente, yo creo que no...
Ya sobre el torneo destacar que durante todo momento existió un ambiente muy agradable (todos los jugadores locales se conocían entre si) y distendido. Para mi quizás el jugador más conocido del circuito nacional era el joven jugador de Liipoker "Pizu", que andaba pasando el fin de semana en su pueblo zamorano y decidió acercarse a jugar el torneo. Que duda cabe que muchos jugadores eran locales y se conocían entre si, pero yo solo conocía al mencionado Pizu, a un par de asturianos y a algunos leoneses que jugador el pasado CEP de Valladolid.
El nivel de juego me pareció acorde al buy in del torneo, lo que quiere decir que no era muy alto. A esto colaboramos entre todos, ya que yo mismo me marqué alguna cagadita como querer raisear y tirar la ficha sin decir nada; call. Ya me vale. ¡¡Teoría mucha pero práctica en vivo la justa!!
A pesar de no pillar muchas cartas durante las más de seis horas que aguanté en el torneo, las comunitarias si que acompañaban cuando decidía entrar y un par de dobles parejas, unido a un color flopeado y un par de robos y faroles me sirvieron para llegar a la mesa final, aunque algo corto de fichas. Mesa final esta que no era para tanto, ya que solo cobraban 5, por lo que quedaba algo desvirtuada en cuando a importancia se refiere.
Una vez en ella logro doblarme a costa de quien, manos después, se convertiría en mi verdugo; un jugador local (¡no recuerdo tu nombre Master!) con un estilo loose agresivo que me pareció de los más destacados del torneo. Las ciegas eran tan altas y los niveles tan cortos que el doblarse no significaba gran cosa, y un par de vueltas después dicho jugador limpia en UTG, y yo tengo AK en MP. Obviamente voy all in por aproximadamente 1/3 de su stack y decide hacerme call diciendo "juguemos un flip" y levanta 44. Creo que el call no es correcto, pero el caso es que salieron todas cartas bajas y a la calle en séptima posición...
En resumen, un lujo de torneo por poquito dinero que esperemos ¡se pueda volver a repetir!