No tiene que ver con el poker, pero debido a los continuos errores que se producen con mi nick, normalmente cambiándolo por “Cocorota”, vamos a repasar un poquito de Historia y ver de dónde viene el nick verdadero.El nombre de Corocota, o mejor dicho Corocotta, no está exento de polémica histórica. Su única y fugaz aparición en las fuentes clásicas a manos de Dión Casio le menciona como:Irritóse tanto [Augusto] contra un tal Corocotta, bandolero muy poderoso en Iberia, que hizo pregonar una recompensa de doscientos cincuenta mil sestercios para quien lo apresase; pero más tarde, como se le presentase espontáneamente, Augusto no sólo no le hizo ningún daño, sino que le regaló aquella suma.
De este texto el investigador alemán Adolf Schulten (1870-1960), conocido entre otras cosas por dirigir las primeras excavaciones en Numantia y ser una de las autoridades en la materia, interpretó que Corocotta, que tal resistencia mostraba contra el Imperio romano, no era sino un fiero y valiente caudillo cántabro que mantuvo en jaque durante las guerras cántabras hasta al mismísimo Octavio Augusto. El hecho de que los romanos llamasen “bandolero” a todo aquel que pusiese resistencia al Imperio, la posible raíz céltica del nombre, así como la existencia de una única guerra en los tiempos de Augusto en Hispania, la denominada Guerra Cántabra, llevaron a Schulten a erigirlo como jefe de los cántabros en su resistencia a la romanización.Esta idea ha sido repetida a lo largo de la Historia por numerosos estudiosos, dado que Schulten fue, y sigue siendo, una autoridad en la materia. Hace cosa de tres años el escritor Jorge Lorenzo publicó su libro “El último soldurio”, que trata con estilo narrativo y novelesco las aventuras de este gran guerrero llamado Corocotta.
Pero como no es oro todo lo que reluce, hay también numerosas voces, y algunas de mucho peso en el mundo académico, que están totalmente en contra de esta interpretación y creen que hay que desmitificar a Corocotta. Encabezadas por la doctora en Historia Antigua y profesora de la Universidad Autónoma de Madrid Alicia Mª. Canto, piensan que Corocotta no fue guerrero sino ladrón, que no era hispano sino de origen africano, y que nada tuvo que ver con la guerras cántabras sino más bien con un episodio aislado y anecdótico con el emperador Augusto. Canto basa su tesis en varios puntos, entre los cuales destacan que Dión Casio no menciona a Corocotta en sus libros sobre las guerras cántabras, sino en otro dedicado a la magnificencia y clemencia de su emperador Octavio Augusto; que únicamente aparece mencionado una única vez en todas las fuentes clásicas conservadas, e incluso que el propio nombre de Corocotta, que ella misma piensa tiene un origen africano y no hispano, no es propio de un gran guerrero por lo que significa (el hiena) y si de un ladrón.
Bueno, sea como fuere, fiero guerrero cántabro o hábil ladrón africano, esta es la historia (resumida) de mi nick. A ver si logro que nadie me llame Cocorota, aunque quizás sea mejor que “El Hiena”… jajajaja.
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